Nuevo Johnny Depp.
A Sombrerero loco le gustan hacer inventos locos y extrafalarios. Lo mismo le pone un volante a bicicleta que un sillón de coche de una moto. A veces se le va el tiempo en discuciones sin sentido, otras se le va diciendo tonterías para hacerte reir. A veces el tiempo no es como a él le gustaría que fuera; si tiene que llover hace sol, si tiene que hacer sol pues llueve, el caso es llevarle la contraria y volverle loco. Dicen que los que hablan solos o tienen albañiles en casa o tienen una cosechadora, Sombrerero habla a veces solo.
Sombrerero es muy presumido, hoy se pone un gorro, mañana una gorra, pasado mañana una boina, al otro un sombrero de paja, bueno, el sombrero de paja solo se lo ponía en las fiestas del pueblo hasta que un año lo perdió en alguna Peña. Sombrerero cuando visita el bar del pueblo casi nunca pide bebidas alcohólicas, ahora pide zumo, ahora un refresco, ahora leche y el café siempre descafeinado. Sombrerero loco sabe de cebada y de otras cosas que parece que no sabe nada. Sabe cosas que no aprendió en los libros. Aprende de ver hacer, se queda con las cosas y con las caras. Los libros no le gustan mucho, pero si los lee, lo hace sentado en las ramas de los árboles. -Se entienden mejor las palabras- Dice. Pocas veces esta serio, pero cuando lo está, lo está en serio. A veces se pone fuelle y algo botillo. Sombrerero loco es algo picaflores, algo cocinilla, algo bailarín, a veces callado a veces parlanchín, algo alocado o demasiado cuerdo. Si puede hacer un favor te lo hace, su corazón es grande y abonado. Tiene una extraña habilidad: es cazador sin escopeta, pescador sin caña, ve el futbol por la tele pero no es de ningún equipo, escucha música sin tener cantate o grupo preferido, juega al mus sin ser jugador de cartas, coge setas sin ser setero. Acompaña a los que se tercie, y está dispuesto a ayudar a quien de verdad le hace falta. No le gustan los jetas ni los gorrones. Le persiguen los corremundos, la grama, los cenizos, los ballicos, los ababoles, las correyuelas, las tamarillas y los cardos. Sombrerero es hombre tierra, pues a su lado se pisa más seguro.
Su primer nombre se lo puso el cura y su segundo nombre, por el que todo el mundo le conoce, a su padre se le ocurrió cuando viajaba en la Flora Villa. Hace honor a su nombre ya que si no hay camino lo crea, ya lo creo que si lo crea... el siempre llega a donde ibamos a parar.